Yo conocí a una chica
de esas que escuchan a Andrés
hasta quedarse dormidas,
de esas que fuman
hasta quebrar su voz,
de esas que beben
hasta llegar a olvidar,
y no olvidan...
Yo conocí a una chica
que era canción de Diego,
poema de Neruda,
un cuadro de Van Gogh.
Yo conocí a una chica
que paseaba sola,
que cantaba en la ducha
y lloraba en el último bar.
Yo conocí a una chica
que era poesía
en todas sus dimensiones.
Que era poema
y además de ello
musa y poeta.
Yo conocí a una chica
que sangraba y llenaba mares,
lloraba y llenaba oceanos.
Pero llovía
-joder cuando llovía-
y llenaba el mundo.
Yo conocí a una chica
que tenía más arte
que el Prado, el Louvre
y Orsay juntos.
Yo conocí a una chica
que inspiraba más
que la Gioconda, Venus
y la maja desnuda.
Yo conocí una chica
que te hacía volar con tenerla cerca,
te hechizaba con mirarte a los ojos
y te hacía temblar al rozar con ella.
Yo conocí a una chica
y esa chica
eras tú.
Es que este poema es muchísimo. Tienes una forma tan bonita de hacer magia.
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